LA PEDAGOGIA DEL OPTIMISMO

01.07.2012 16:37

 

 

PEDAGOGÍA DEL OPTIMISMO

EL CAMINO PARA SER BUENOS MAESTROS

 

Los pesimistas, pueden ser buenos domadores pero no buenos maestros." (Savater, 1997). Es imposible que pueda educar una persona que ha perdido la confianza en sí mismo y en el ser humano con el que trabaja. Sé que es imposible enseñar a quien no quiere aprender. Porque el verbo aprender como el verbo amar no pueden conjugarse en imperativo. Sólo aprende el que quiere. La tarea educativa para Padres y Docentes no se puede entender ni ejercer sin optimismo, sin alegría, sin amor, sin vocación. ¿Puede operar con éxito un médico sumido en una crisis de pesimismo y desesperanza? Claro que puede, lo que tendríamos que preguntarnos es cual sería el resultado. Trabajar con la infancia y la juventud es una invitación a la esperanza y al optimismo, es la responsabilidad de crear espacios de felicidad. Míralos en casa o en la escuela llenos de salud, muestran una vitalidad extraordinaria, sus emociones están a flor de piel, llenos de alegrías, hacen proyectos, tienen la vida por delante, un futuro lleno de sueños, aun sean 50 por salón.

 

ROL DEL EDUCADOR

Nuestro rol docente es solo construir puentes que les permitan mantener el diálogo, la relación y la convivencia social. Millones de profesionales de la educación hemos trabajado y seguimos en las aulas, haciendo posible la iluminación del pensamiento, la transmisión de los conocimientos y el aprendizaje de la convivencia. Pertenecer a ese ejército pacífico, a esa legión de personas que contribuimos con optimismo a crear la historia para otros, es una fuente de esperanza que tendremos un mundo mejor. ¿Recuerdas algún maestro o profesor en especial? ¿Por qué? Compartir los éxitos, las satisfacciones, las manifestaciones de gratitud expresadas por los alumnos o por sus padres es una fuente de optimismo, de estímulo y de esperanza. Ganarnos el respeto de los alumnos y sus representantes es importante para el docente y mucho más para los padres, quienes antes de ser: médicos, docentes, ingenieros, arquitectos, abogados, psicólogos, economistas, administrador, etc. También estuvieron como sus hijos en un aula como la nuestra. Siento que hay tanto miedopor parte de los padres que no permite un dialogo sano, con un solo beneficiado el alumno. Actuar con la autoestima destruida, asentar la práctica sobre profecías destructivas es abonarse al fracaso permanente. La esterilidad de la pedagogía del lamento, de la maldición y de la desesperanza lleva al progresivo deterioro emocional y a la relación frustrante. De ahí la importancia de la pedagogía del optimismo.

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